Son quizá demasiados los métodos de adelgazamiento y mejora de la estética que hoy en día se ofrecen al público. En este campo existe un auténtico bombardeo, dentro del cual se hace más necesario que nunca distinguir aquellas fórmulas que realmente produzcan efectos beneficiosos para la estética y la salud de aquellas que o bien son ineficaces o bien sirven para la mejora de la belleza pero con un coste en la salud.
Ciertamente, salud y belleza constituyen dos conceptos que no sólo pueden, sino que deben ir de la mano. Su relación es estrecha. Cuando uno se siente guapo o guapa tiende a sentirse bien consigo mismo, alcanzando altas cotas de bienestar y salud. Un bienestar que, además de en el plano físico exterior, se asienta en el plano interior. Las nuevas tecnologías, en algunos casos, derivan en fórmulas que verdaderamente conjugan salud y belleza. Y en los últimos tiempos una de ellas se está postulando a la vanguardia de este campo. Se trata de la terapia de contrastes térmicos o “Therapy Cool”, un método sencillo y cómodo que genera más que comprobados beneficios y que por fin ha llegado a Asturias. La terapia de contrastes térmicos se puede incluir dentro de los métodos de adelgazamiento, pero también reafirmación de la piel, hidratación y exfoliación o incluso, antiestrés. Por lo tanto sus beneficios son numerosos y,además, se produce a través de una fórmula cómoda e, incluso,placentera.
Tan sólo hace fatla tumbarse en una camilla en sesiones de 50 a 60 minutos para obtener unos resultados que comienzan a ser visibles desde la primera vez. La técnica versa sobre la provocación en el cuerpo del usuario de la vasodilatación, que genera un aumento de la circulación sanguínea, ayudando a la limpieza de sustancias patógenas a través del aumento de glóbulos blancos.
La novedosa técnica consiste en aplicar estímulos de temperatura que mejoren la circulación y sirven para adelgazar.
Para ello, se calienta la musculatura en contacto con el frío y después se relaja a través de estímulos térmicos, que también generan a su vez otro efecto, en este caso en la piel. Por vía refleja potencian los nervios del sistema simpático, que liberan cortisona en respuesta a los contrastes y, al mismo tiempo, actúa el sistema parasimpático regulando el equilibrio físico y generando una sensación de bienestar y calma. De aquí, sus beneficiosos efectos que alcanzan también al equilibrio interior.
Así pues, la terapia de contrastes térmicos actúa sobre la estética, tanto facial como corporal, como método adelgazante, reafirmante, hidratante, exfoliante y rejuvenecedor. Asimismo, sirve para reducir el estrés, mejorar el sistema circulatorio, remineralizar, desintoxicar, vitalizar, relajar la tensión muscular, fortalecer el sistema inmunológico e, incluso, aliviar el reuma y la artrosis. Sin duda, una de las pocas fórmulas que conjugan a la perfección estética y salud.